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Sobre la ciudad

Cádiz

Acogida de personas migrantes a pesar de las dificultades económicas

Puntos clave

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    El liderazgo político de Cádiz (2015-2023) ha colocado los derechos de las personas refugiadas y de las personas migrantes en situación de vulnerabilidad en el centro de su política migratoria. A pesar de los problemas socioeconómicos que tenía la ciudad en este momento, Cádiz ha sido capaz de transmitir este enfoque a sus habitantes, al Gobierno nacional y a la Unión Europea.

¿Qué tiene de particular la ciudad?

Un desafío al Gobierno: la ciudad de Cádiz, situada en el sur de España, ha tenido que lidiar en las últimas décadas con tasas de desempleo persistentemente altas y una disminución de la población. A pesar de estos problemas, en 2015, la Administración municipal de Cádiz se convirtió en una de las figuras más críticas tanto con el Gobierno español como con la UE por su trato a las personas que buscan protección internacional.

¿En qué se centran las políticas migratorias locales?

Generar un discurso a favor de las personas migrantes: el exalcalde (2015-2023) de la ciudad, José María «Kichi» González (Adelante Cádiz), se ha convertido en un rostro conocido en los medios de comunicación españoles por su ferviente defensa del papel de las ciudades en la acogida de personas refugiadas y migrantes en situación de vulnerabilidad. Su Gobierno ha generado un discurso de acogida y defensa de los derechos humanos con el que se identifica también la comunidad residente de Cádiz. Después de años de Gobiernos conservadores, el nuevo Gobierno ha puesto cada vez más énfasis en las cuestiones relacionadas con la huida y la migración a nivel local. Sin embargo, en mayo de 2023, Bruno García (Partido Popular), del partido conservador, fue nombrado alcalde. Esto podría tener un impacto negativo en la continuidad de las políticas migratorias progresistas de su predecesor y adversario ideológico.

¿Cuáles son los resultados más destacados?

Una mayor conciencia sobre la inclusión social: Cádiz es un punto de tránsito relevante para las personas migrantes que llegan a Europa desde el norte de África. La antigua administración ha apoyado sobre todo iniciativas de sensibilización y de inclusión social. En los últimos años, a pesar de las dificultades económicas, el exalcalde ha logrado consolidar una postura a favor de la inmigración.

Labor política más allá del plano local

Desde el inicio de la crisis europea de las personas refugiadas, Cádiz ha criticado públicamente al Gobierno español y a la UE por no hacer valer sus compromisos en materia de derechos humanos. El Gobierno local ha dado varios pasos para exponer su posición al respecto. Como miembro fundador de la red española Ciudades Refugio/Ciutats Refugi, la ciudad ha estado muy presente en los debates nacionales sobre estos temas. En junio de 2017, la ciudad fue declarada oficialmente ciudad refugio.

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El informe de la ciudad contiene más información sobre las políticas de migración e inclusión de la ciudad y una selección de los enfoques locales. Informe de 2021, actualizado en 2023.

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Contexto político - España

¿Cómo se organizan las políticas migratorias en España?

La gobernanza en materia de migración en España tiene varios niveles. El nivel nacional tiene competencias en materia de inmigración, emigración, el estatus de las personas extranjeras y el derecho de asilo.

No obstante, las regiones y las ciudades influyen en las políticas de inclusión y en la acogida de inmigrantes, pues deciden, por ejemplo, sobre el acceso a la vivienda pública, la formación vocacional y la asistencia sanitaria. Las ciudades son responsables de registrar a todos y todas sus residentes, independientemente de su estado administrativo. Este registro permite el acceso a servicios esenciales, como la sanidad, la educación y otros procedimientos administrativos. La inmigración es también un tema de gran relevancia en la política municipal.

La mezcla de competencias nacionales y regionales hace que el sistema de asilo español sea altamente disfuncional. La planificación y la reglamentación están fuertemente centralizadas, mientras que las ONG, las organizaciones benéficas y las autoridades locales se encargan implementar las políticas sin estructuras de coordinación. Esto es especialmente evidente en Barcelona y Madrid, dos puntos de acogida importantes para quienes buscan protección internacional.

¿Cuál es el trasfondo histórico?

Como antigua potencia colonial, España tiene una larga historia de emigración. A finales de la década de 1990 e inicios de los 2000, el auge económico la convirtió en un país de inmigración. La población nacida en el extranjero pasó del 1 % en los años 90 al 12,2 % en 2010. Aun así, España no se convirtió en un verdadero destino para las personas refugiadas hasta la crisis de 2015, pasando de 5947 solicitudes en 2014 a 118 264 en 2019. La mayoría de las personas que buscan protección internacional provienen de Venezuela, Colombia y Honduras.

España aprobó su primera ley de asilo en 1980 y su primera ley de extranjería en 1985, en el marco de su adhesión a la UE en 1986. Sin embargo, por aquel entonces la inmigración era baja. En los años 90, mientras España se convertía en un destino más atractivo para las personas migrantes internacionales, se introdujeron novedades legislativas más importantes. En 1994, una nueva ley de asilo hizo más difícil el reconocimiento de la condición de persona refugiada en España. Con el comienzo del nuevo milenio, el país aprobó una segunda ley de extranjería, que buscaba regular el acceso al mercado laboral y otorgar servicios sociales, de salud educación a todas las personas extranjeras residentes en el país. Sin embargo, la diferenciación entre personas migrantes con o sin situación administrativa regular conllevó limitaciones en los derechos políticos y sociales de determinados grupos. En 2003, otra ley de extranjería aumentó la obligatoriedad del visado y amplió la capacidad de detener a migrantes sin papeles. La ley más reciente, de 2009, busca organizar los flujos migratorios de forma que se ajusten a las necesidades del mercado laboral. Ese mismo año, el Gobierno redactó la tercera ley de asilo. Esta ley tiene criterios menos estrictos para otorgar la protección internacional que la anterior, pero su implementación es un desafío debido a la ambigüedad de sus directrices.

¿Cuáles son los principales cambios de los últimos años?

La recesión económica tuvo un gran impacto en el bienestar general de las personas migrantes residentes en el país, especialmente para aquellas en una situación «irregular». En 2012, el Gobierno conservador excluyó a las personas migrantes con una situación administrativa irregular del acceso a la asistencia sanitaria. En 2018, el nuevo Gobierno socialista volvió a eliminar esta restricción. Además, las nuevas leyes de nacionalidad exigían que las personas que no hablaban español como lengua materna pasaran un examen de idioma y que todas las personas solicitantes pasaran un examen de historia.

Finalmente, entre 2018 y 2019, el partido de extrema derecha Vox se convirtió en un candidato destacado a las elecciones y llegó a formar parte de varios Gobiernos regionales y a obtener 52 (de 350) escaños en el Congreso de los Diputados. Su discurso en contra de las personas inmigrantes sigue influenciando los debates sobre la migración en España.

¿Cuáles son los logros de las campañas progresistas?

El movimiento de ciudades solidarias de España surgió para denunciar las deficiencias del sistema de asilo español y solicitar que las ciudades tengan competencias en la acogida de personas refugiadas, en lugar del Gobierno nacional, además de más recursos. En 2015 y 2016, las organizaciones de base y la ciudadanía de centros urbanos de todo el país se sumaron a las manifestaciones para presionar al Gobierno nacional en este sentido. En distintas ciudades y pueblos se crearon redes de voluntariado para acoger a las personas refugiadas, mientras que los alcaldes y alcaldesas de las ciudades españolas crearon la Red de Ciudades Refugio de España. Esta red solicita continuamente más competencias y financiación a nivel municipal, pues es a este nivel donde se cubren la mayoría de las necesidades básicas de las personas refugiadas, como el alojamiento, la formación, los cursos de idiomas, etc.