Moving Cities
Sobre la ciudad

Tilburgo

Las innovaciones a nivel local influyen en la legislación nacional

Puntos clave

  • 1

    Como respuesta a las deficiencias de la legislación nacional, Tilburgo ha desarrollado soluciones locales de carácter pragmático e innovador. Las iniciativas propuestas han influido notablemente en la nueva Ley de Integración nacional.

  • 2

    La cooperación regional con los municipios vecinos permite compartir recursos para lograr un mayor impacto en las vidas de las personas refugiadas en la región.

  • 3

    Todas las medidas de inclusión se basan en un compromiso mutuo entre la Administración y las personas recién llegadas. El intercambio y la cooperación generan seguridad y estabilidad para las personas migrantes en el lugar.

¿Qué tiene de particular Tilburgo?

Solidaridad regional e innovación dinámica: A diferencia de otros municipios progresistas de los Países Bajos, Tilburgo coloca la solidaridad regional y la colaboración en el centro de su política migratoria. La ciudad aúna recursos y, de esta manera, puede representar sus intereses a nivel nacional de forma más efectiva. El compromiso mutuo entre la Administración y las personas recién llegadas es un elemento fundamental de las medidas en materia de política migratoria. Los programas buscan crear un entorno estable e incentivar la colaboración activa con las personas refugiadas en los procesos políticos.

¿En qué se centran las políticas migratorias locales?

El pragmatismo y la persistencia dan sus frutos: la política de Tilburgo es una historia de pragmatismo y persistencia, más que de desobediencia municipal. El enfoque de la ciudad se caracteriza por el uso constante de medios diplomáticos, la coordinación entre redes de ciudades neerlandesas y la estrecha colaboración con socios locales y regionales para ejercer más influencia a nivel nacional y presionar por cambios en la política migratoria de los Países Bajos.

¿Cuáles son los resultados más destacados hasta ahora?

La participación de los refugiados en el mercado laboral es superior al promedio nacional: Tilburgo mejoró las medidas de inclusión locales mediante un programa piloto experimental llamado «Idioma, orientación y participación» (TOP, por sus siglas en neerlandés). Como resultado del programa, la participación de las personas refugiadas en el mercado laboral y su asistencia a centros educativos son muy superiores al promedio nacional. El Gobierno nacional adoptó muchas de estas medidas y las incorporó en la nueva Ley de Integración de los Países Bajos, que entró en vigor en 2022.

Labor política más allá del plano local

El funcionariado público de Tilburgo participa en varias redes internacionales que se ocupan de la migración. Junto con grupos de la sociedad civil, la ciudad ha aumentado su labor de presión política a nivel nacional y se ha aliado con Ámsterdam en la lucha por la disponibilidad de vivienda. En coalición con diversas ciudades de los Países Bajos, la ciudad se ha comprometido a proporcionar refugio a personas menores no acompañadas.

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Descargar el informe completo de la ciudad

El informe de la ciudad contiene más información sobre las políticas de migración e inclusión de la ciudad y una selección de los enfoques locales. Informe de 2021, actualizado en 2023.

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Contexto político - Países Bajos

Las políticas de asilo e integración para las personas refugiadas de los Países Bajos forman parte de una política migratoria compleja y asentada a varios niveles. Las políticas de inmigración para personas solicitantes de asilo y refugiadas están centralizadas, mientras que las políticas de integración han pasado por diversos cambios: en 2007 se descentralizaron, en 2013 se volvieron a centralizar y a partir de 2022 se prevé que vuelvan a organizarse de forma descentralizada.

El giro restrictivo de la política migratoria y de asilo en los Países Bajos

En 2019, las personas solicitantes de asilo constituyeron casi el 6 % de la inmigración que llegaba a los Países Bajos. A pesar de esta proporción relativamente baja, la difícil situación y los derechos de las personas refugiadas y migrantes «irregulares» han sido objeto de una creciente disputa entre las autoridades nacionales y locales del país. La inmigración, el asilo y la integración son el foco del paso de una política multicultural a una política nacional de migración e integración de carácter restrictivo como resultado del ascenso del populismo de extrema derecha. Este cambio viene acompañado de una retórica contra la inmigración por parte de los grupos políticos de centro y de extrema derecha.

Fuera del país, esta retórica se suele asociar con el Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders, de extrema derecha. Sin embargo, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), de centro, también ha adoptado cada vez más dicha retórica. Según sus campañas electorales, el partido pretende suspender el derecho al asilo y librarse de las obligaciones de la «anticuada» Convención sobre el Estatuto de los Refugiados. Los partidos de la oposición, las organizaciones de personas refugiadas y las organizaciones defensoras de los derechos humanos subrayan que este giro a la derecha comenzó antes del cambio de siglo: además del endurecimiento de la legislación, se ha restringido la asistencia jurídica gratuita para solicitantes de asilo, se ha vinculado el derecho a recibir prestaciones y servicios sociales a un permiso de residencia válido y se han incrementado las detenciones de inmigrantes.

Políticas de asilo en los Países Bajos: la gobernanza multinivel en situación crítica

Aunque las solicitudes de asilo han disminuido, las personas refugiadas de los centros de acogida de los Países Bajos se enfrentan a largos periodos de incertidumbre y condiciones muy restrictivas debido a la escasez de plazas. Los largos periodos de espera dificultan la integración de las personas refugiadas. Este problema ha estado motivado por la falta de personal en las oficinas de extranjería y por la tensión a la que está sometido el mercado de la vivienda.

La «integración cívica» y las medidas inclusivas para las personas reconocidas como refugiadas

Los Países Bajos fueron de los primeros países en introducir políticas de integración cívica en 1996, que desde entonces han sido objeto de un intenso debate y reformadas en múltiples ocasiones, dando como resultado nuevas leyes o enmiendas en 2007, 2013 y 2020. Según el entorno académico, las políticas de integración de los Países Bajos son especialmente restrictivas, pues las personas refugiadas son responsables de su propia «integración cívica», la cual incluye cursos de idioma y de orientación obligatorios que deben completarse en un plazo de tres años.

La participación municipal en la inclusión: ¿una lucha contra corriente?

Cuando la Ley de Integración de 2013 centralizó la integración cívica, los municipios tenían pocas opciones para apoyar a las personas reconocidas como refugiadas desde el principio. Las personas refugiadas tienen derecho a solicitar un crédito con intereses del Estado para cubrir los costes de los cursos de integración, que se les reintegran siempre y cuando consigan su diploma de integración a tiempo. Sin embargo, deben buscar un curso de idiomas certificado y muchas personas caen víctimas de escuelas fraudulentas. Pasar de vivir en un centro de acogida, donde el acceso al trabajo es restringido y no disponen de mucha capacidad de decisión, a la vida autónoma después del adquirir el estatus de persona refugiada, es extremo. Los actores municipales han criticado cada vez más las deficiencias y las contradicciones de las políticas de integración de los Países Bajos y la falta de un mandato municipal. Tras años de labor municipal de presión política e informes críticos de figuras expertas, el Gobierno neerlandés anunció que evaluaría la política nacional de asilo. En el marco de un proceso consultivo, el Ministerio desarrolló y redactó una nueva Ley de Integración que descentralizará la integración cívica y dotará a los municipios de liderazgo. Aunque su implementación ha sido pospuesta varias veces, actualmente está prevista para el 1 de enero de 2022.

El apoyo a las personas migrantes «irregulares»: cama, baño, pan, ¿y algo más?

Estudios realizados en los Países Bajos muestran que algunas autoridades locales «amortiguan» o se resisten a aplicar las políticas nacionales que afectan a las personas migrantes «irregulares» y a aquellas a quienes les han rechazado la solicitud de asilo. Después de años de enfrentamientos entre las ciudades neerlandesas y el Gobierno central, el Ministerio de Justicia y Seguridad llegó a un acuerdo con la Asociación de Municipios de los Países Bajos (VNG, por sus siglas en neerlandés) acerca del desarrollo de los centros nacionales de inmigración (LVV, por sus siglas en neerlandés) en 2018. El Ministerio, las agencias de inmigración y repatriación, la VNG y las municipalidades de Ámsterdam, Rotterdam, Utrecht, Eindhoven y Groningen están trabajando juntas en el desarrollo de los LVV. El acuerdo ha marcado un punto de inflexión en las relaciones entre las ciudades y el Gobierno central en el tema del apoyo a migrantes «irregulares». No obstante, hay informes que indican que los municipios involucrados en el programa piloto y el Gobierno central siguen teniendo puntos de vista y expectativas distintas frente a los resultados. Por lo tanto, es probable que las tensiones y los conflictos continúen en el futuro.