Moving Cities
Sobre la ciudad

Zaragoza

Una nueva visión de la ciudadanía urbana y la diversidad.

Puntos clave

  • 1

    Zaragoza ha integrado organizaciones de migrantes ya existentes y estructuras de la sociedad civil, como la Casa de las Culturas, en la política municipal de solidaridad para operar de forma más sostenible.

  • 2

    Los trabajadores y trabajadoras sociales municipales que apoyan a las personas migrantes son parte fundamental de las medidas adoptadas por la ciudad.

  • 3

    La ciudad involucró en su política de solidaridad a todos los grupos de personas migrantes y minorías étnicas, incluyendo las personas que llevan muchos años viviendo en la ciudad. Estas medidas se fundamentan en la idea de una ciudadanía urbana diversa e intercultural.

¿Qué tiene de particular la ciudad?

Inclusión a pesar de los altos niveles de endeudamiento: a pesar de que Zaragoza, la quinta ciudad más grande de España, se encuentra entre los municipios más endeudados del país, lleva aplicando una serie de medidas de inclusión exitosas y acogedoras desde 2015. Los programas se basan en una idea nueva, diversa e intercultural de la ciudadanía urbana.

¿En qué se centran las políticas migratorias locales?

La diversidad como recurso: las medidas municipales apuestan por la inclusión cultural y social tanto de las personas recién llegadas como las residentes y, en este contexto, entienden la diversidad como un recurso y no un problema. Además, la idea de ciudadanía urbana es fundamental en la política solidaria de Zaragoza. Con este énfasis, Zaragoza tuvo en cuenta dos peculiaridades de la ciudad: en primer lugar, la inclusión de una población gitana arraigada pero marginada y, en segundo lugar, el predominio de una creciente población migrante latinoamericana.

¿Cuáles son los factores clave?

Colaboración entre el Gobierno municipal y la sociedad civil: la estrecha colaboración entre el Gobierno municipal y la sociedad civil local, especialmente entre 2015 y 2019, permitió un amplio conjunto de medidas de acogida. Estos programas, como el proyecto de ciudadanía urbana, han sido diseñados incluyendo a todos los actores locales relevantes desde el principio.

Labor política más allá del plano local

Zaragoza es miembro del programa español de Ciudades Interculturales, que trabaja públicamente por la diversidad y la identidad plural. En los últimos años, el movimiento municipalista ha influido especialmente en Zaragoza, como demuestra la pertenencia a la Red de Municipios de Acogida de Refugiados (RMAR). Zaragoza también invierte una de las proporciones más altas de su presupuesto en cooperación internacional, en comparación con otras ciudades españolas. Desde 2015, el 0,5 % del presupuesto municipal anual se dedica a proyectos específicos, o a la ayuda general al desarrollo en las zonas de origen y tránsito de personas refugiadas.

Miembro de las siguientes redes

No sólo pienso en los ciudadanos específicos, sino en una noción de ciudadanía más amplia. Creo que Zaragoza debe ser una ciudad acogedora y cálida, tanto para los que acaban de llegar como para los que han nacido aquí y viven aquí desde hace 40 años.

Trinidad Lacarra, trabajadora social, Casa de las Culturas

Descargar el informe completo de la ciudad

El informe de la ciudad contiene más información sobre las políticas de migración e inclusión de la ciudad y una selección de los enfoques locales. Informe de 2021, actualizado en 2023.

Descargar el reporte

Contexto político - España

¿Cómo se organizan las políticas migratorias en España?

La gobernanza en materia de migración en España tiene varios niveles. El nivel nacional tiene competencias en materia de inmigración, emigración, el estatus de las personas extranjeras y el derecho de asilo.

No obstante, las regiones y las ciudades influyen en las políticas de inclusión y en la acogida de inmigrantes, pues deciden, por ejemplo, sobre el acceso a la vivienda pública, la formación vocacional y la asistencia sanitaria. Las ciudades son responsables de registrar a todos y todas sus residentes, independientemente de su estado administrativo. Este registro permite el acceso a servicios esenciales, como la sanidad, la educación y otros procedimientos administrativos. La inmigración es también un tema de gran relevancia en la política municipal.

La mezcla de competencias nacionales y regionales hace que el sistema de asilo español sea altamente disfuncional. La planificación y la reglamentación están fuertemente centralizadas, mientras que las ONG, las organizaciones benéficas y las autoridades locales se encargan implementar las políticas sin estructuras de coordinación. Esto es especialmente evidente en Barcelona y Madrid, dos puntos de acogida importantes para quienes buscan protección internacional.

¿Cuál es el trasfondo histórico?

Como antigua potencia colonial, España tiene una larga historia de emigración. A finales de la década de 1990 e inicios de los 2000, el auge económico la convirtió en un país de inmigración. La población nacida en el extranjero pasó del 1 % en los años 90 al 12,2 % en 2010. Aun así, España no se convirtió en un verdadero destino para las personas refugiadas hasta la crisis de 2015, pasando de 5947 solicitudes en 2014 a 118 264 en 2019. La mayoría de las personas que buscan protección internacional provienen de Venezuela, Colombia y Honduras.

España aprobó su primera ley de asilo en 1980 y su primera ley de extranjería en 1985, en el marco de su adhesión a la UE en 1986. Sin embargo, por aquel entonces la inmigración era baja. En los años 90, mientras España se convertía en un destino más atractivo para las personas migrantes internacionales, se introdujeron novedades legislativas más importantes. En 1994, una nueva ley de asilo hizo más difícil el reconocimiento de la condición de persona refugiada en España. Con el comienzo del nuevo milenio, el país aprobó una segunda ley de extranjería, que buscaba regular el acceso al mercado laboral y otorgar servicios sociales, de salud educación a todas las personas extranjeras residentes en el país. Sin embargo, la diferenciación entre personas migrantes con o sin situación administrativa regular conllevó limitaciones en los derechos políticos y sociales de determinados grupos. En 2003, otra ley de extranjería aumentó la obligatoriedad del visado y amplió la capacidad de detener a migrantes sin papeles. La ley más reciente, de 2009, busca organizar los flujos migratorios de forma que se ajusten a las necesidades del mercado laboral. Ese mismo año, el Gobierno redactó la tercera ley de asilo. Esta ley tiene criterios menos estrictos para otorgar la protección internacional que la anterior, pero su implementación es un desafío debido a la ambigüedad de sus directrices.

¿Cuáles son los principales cambios de los últimos años?

La recesión económica tuvo un gran impacto en el bienestar general de las personas migrantes residentes en el país, especialmente para aquellas en una situación «irregular». En 2012, el Gobierno conservador excluyó a las personas migrantes con una situación administrativa irregular del acceso a la asistencia sanitaria. En 2018, el nuevo Gobierno socialista volvió a eliminar esta restricción. Además, las nuevas leyes de nacionalidad exigían que las personas que no hablaban español como lengua materna pasaran un examen de idioma y que todas las personas solicitantes pasaran un examen de historia.

Finalmente, entre 2018 y 2019, el partido de extrema derecha Vox se convirtió en un candidato destacado a las elecciones y llegó a formar parte de varios Gobiernos regionales y a obtener 52 (de 350) escaños en el Congreso de los Diputados. Su discurso en contra de las personas inmigrantes sigue influenciando los debates sobre la migración en España.

¿Cuáles son los logros de las campañas progresistas?

El movimiento de ciudades solidarias de España surgió para denunciar las deficiencias del sistema de asilo español y solicitar que las ciudades tengan competencias en la acogida de personas refugiadas, en lugar del Gobierno nacional, además de más recursos. En 2015 y 2016, las organizaciones de base y la ciudadanía de centros urbanos de todo el país se sumaron a las manifestaciones para presionar al Gobierno nacional en este sentido. En distintas ciudades y pueblos se crearon redes de voluntariado para acoger a las personas refugiadas, mientras que los alcaldes y alcaldesas de las ciudades españolas crearon la Red de Ciudades Refugio de España. Esta red solicita continuamente más competencias y financiación a nivel municipal, pues es a este nivel donde se cubren la mayoría de las necesidades básicas de las personas refugiadas, como el alojamiento, la formación, los cursos de idiomas, etc.