Moving Cities
Sobre la ciudad

Ámsterdam

Apoyo prolongado y personalizado desde una fase temprana

Puntos clave

  • 1

    En lugar de buscar «nuevos» enfoques innovadores, como dictan las organizaciones de financiación, los actores municipales de Ámsterdam se centran en perfeccionar métodos ya asentados.

  • 2

    Las repercusiones de Ámsterdam van más allá del ámbito municipal, debido a una mezcla de declaraciones públicas de apoyo a los derechos de las personas migrantes y una relación diplomática con el Gobierno nacional.

¿Qué tiene de particular la ciudad?

Apoyo prolongado y personalizado: Ámsterdam tiene una larga experiencia en la acogida de personas migrantes y refugiadas. Desde 2016, las medidas de inclusión para las personas refugiadas del municipio (sobre todo el «enfoque de Ámsterdam») han atraído la atención de figuras expertas y del ámbito político en el plano nacional e internacional. La ciudad proporciona un apoyo intensivo, sostenido y personalizado de personas a quienes se les ha reconocido la condición de refugiadas ya desde el momento de su llegada.

¿En qué se centran las políticas migratorias locales?

Inclusión de personas migrantes con o sin documentación: el «enfoque de Ámsterdam» se centra en las medidas de inclusión y en el apoyo personalizado a las personas reconocidas como refugiadas. El otro pilar de la política migratoria de Ámsterdam es su Undocumented Migrant Programme (Programa para migrantes indocumentados), que contiene medidas sobre los derechos sociales de las personas refugiadas y migrantes indocumentadas. Así, la ciudad promueve el acceso a las infraestructuras sociales y la participación de las personas refugiadas en la aplicación de las medidas políticas.

¿Cuáles son los factores clave?

Un funcionariado municipal proactivo: el enfoque de Ámsterdam se basa en consideraciones pragmáticas, jurídicas y humanitarias. La Administración y el funcionariado político de Ámsterdam cooperan de forma proactiva con los grupos de la sociedad civil local. Estos grupos también presionan al Ayuntamiento y proponen soluciones nuevas y sostenibles para crear una ciudad más inclusiva para todas las personas que viven en Ámsterdam.

¿Cuáles son los resultados más destacados?

Mayor participación en el mercado laboral y un programa para personas migrantes sin documentación: la participación de las personas refugiadas en el mercado laboral en Ámsterdam aumentó del 31 % en 2017 al 37 % en 2020 y se sitúa un 10 % por encima de la media nacional. Además, desde 2020, la participación de las mujeres refugiadas en el mercado laboral (de un 19 %) es más alta que en cualquier otra ciudad neerlandesa importante (del 5-11 %). En 2018, la recién instalada junta ejecutiva municipal anunció sus planes para asegurar mediante financiación estructural los proyectos ejemplares de la ciudad para personas reconocidas como refugiadas. También anunció un ambicioso programa para migrantes sin documentación en el que participan personas migrantes indocumentadas y 25 organizaciones de la sociedad civil. El programa de Ámsterdam para personas sin permiso de residencia evidencia cómo puede funcionar la cooperación entre la Administración municipal y los grupos de la sociedad civil, y particularmente la coordinación conjunta de las viviendas.

Labor política más allá del plano local

Ámsterdam está a la vanguardia en el plano del compromiso municipal en los Países Bajos. Por ejemplo, se ha centrado en el alojamiento de las personas reconocidas como refugiadas y en la reubicación de las personas refugiadas de los campos fronterizos europeos. Más allá de las fronteras neerlandesas, Ámsterdam trabaja con Atenas, Barcelona y Berlín en el marco de asociaciones municipales. Los esfuerzos solidarios de la ciudad son continuados: la alcaldía muestra un compromiso duradero consolidado mediante asociaciones internacionales, la participación en redes y las relaciones diplomáticas dentro y fuera de los Países Bajos.

Miembro de las siguientes redes

Descargar el informe completo de la ciudad

El informe de la ciudad contiene más información sobre las políticas de migración e inclusión de la ciudad y una selección de los enfoques locales. Informe de 2021, actualizado en 2023.

Descargar el reporte

Contexto político - Países Bajos

Las políticas de asilo e integración para las personas refugiadas de los Países Bajos forman parte de una política migratoria compleja y asentada a varios niveles. Las políticas de inmigración para personas solicitantes de asilo y refugiadas están centralizadas, mientras que las políticas de integración han pasado por diversos cambios: en 2007 se descentralizaron, en 2013 se volvieron a centralizar y a partir de 2022 se prevé que vuelvan a organizarse de forma descentralizada.

El giro restrictivo de la política migratoria y de asilo en los Países Bajos

En 2019, las personas solicitantes de asilo constituyeron casi el 6 % de la inmigración que llegaba a los Países Bajos. A pesar de esta proporción relativamente baja, la difícil situación y los derechos de las personas refugiadas y migrantes «irregulares» han sido objeto de una creciente disputa entre las autoridades nacionales y locales del país. La inmigración, el asilo y la integración son el foco del paso de una política multicultural a una política nacional de migración e integración de carácter restrictivo como resultado del ascenso del populismo de extrema derecha. Este cambio viene acompañado de una retórica contra la inmigración por parte de los grupos políticos de centro y de extrema derecha.

Fuera del país, esta retórica se suele asociar con el Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders, de extrema derecha. Sin embargo, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), de centro, también ha adoptado cada vez más dicha retórica. Según sus campañas electorales, el partido pretende suspender el derecho al asilo y librarse de las obligaciones de la «anticuada» Convención sobre el Estatuto de los Refugiados. Los partidos de la oposición, las organizaciones de personas refugiadas y las organizaciones defensoras de los derechos humanos subrayan que este giro a la derecha comenzó antes del cambio de siglo: además del endurecimiento de la legislación, se ha restringido la asistencia jurídica gratuita para solicitantes de asilo, se ha vinculado el derecho a recibir prestaciones y servicios sociales a un permiso de residencia válido y se han incrementado las detenciones de inmigrantes.

Políticas de asilo en los Países Bajos: la gobernanza multinivel en situación crítica

Aunque las solicitudes de asilo han disminuido, las personas refugiadas de los centros de acogida de los Países Bajos se enfrentan a largos periodos de incertidumbre y condiciones muy restrictivas debido a la escasez de plazas. Los largos periodos de espera dificultan la integración de las personas refugiadas. Este problema ha estado motivado por la falta de personal en las oficinas de extranjería y por la tensión a la que está sometido el mercado de la vivienda.

La «integración cívica» y las medidas inclusivas para las personas reconocidas como refugiadas

Los Países Bajos fueron de los primeros países en introducir políticas de integración cívica en 1996, que desde entonces han sido objeto de un intenso debate y reformadas en múltiples ocasiones, dando como resultado nuevas leyes o enmiendas en 2007, 2013 y 2020. Según el entorno académico, las políticas de integración de los Países Bajos son especialmente restrictivas, pues las personas refugiadas son responsables de su propia «integración cívica», la cual incluye cursos de idioma y de orientación obligatorios que deben completarse en un plazo de tres años.

La participación municipal en la inclusión: ¿una lucha contra corriente?

Cuando la Ley de Integración de 2013 centralizó la integración cívica, los municipios tenían pocas opciones para apoyar a las personas reconocidas como refugiadas desde el principio. Las personas refugiadas tienen derecho a solicitar un crédito con intereses del Estado para cubrir los costes de los cursos de integración, que se les reintegran siempre y cuando consigan su diploma de integración a tiempo. Sin embargo, deben buscar un curso de idiomas certificado y muchas personas caen víctimas de escuelas fraudulentas. Pasar de vivir en un centro de acogida, donde el acceso al trabajo es restringido y no disponen de mucha capacidad de decisión, a la vida autónoma después del adquirir el estatus de persona refugiada, es extremo. Los actores municipales han criticado cada vez más las deficiencias y las contradicciones de las políticas de integración de los Países Bajos y la falta de un mandato municipal. Tras años de labor municipal de presión política e informes críticos de figuras expertas, el Gobierno neerlandés anunció que evaluaría la política nacional de asilo. En el marco de un proceso consultivo, el Ministerio desarrolló y redactó una nueva Ley de Integración que descentralizará la integración cívica y dotará a los municipios de liderazgo. Aunque su implementación ha sido pospuesta varias veces, actualmente está prevista para el 1 de enero de 2022.

El apoyo a las personas migrantes «irregulares»: cama, baño, pan, ¿y algo más?

Estudios realizados en los Países Bajos muestran que algunas autoridades locales «amortiguan» o se resisten a aplicar las políticas nacionales que afectan a las personas migrantes «irregulares» y a aquellas a quienes les han rechazado la solicitud de asilo. Después de años de enfrentamientos entre las ciudades neerlandesas y el Gobierno central, el Ministerio de Justicia y Seguridad llegó a un acuerdo con la Asociación de Municipios de los Países Bajos (VNG, por sus siglas en neerlandés) acerca del desarrollo de los centros nacionales de inmigración (LVV, por sus siglas en neerlandés) en 2018. El Ministerio, las agencias de inmigración y repatriación, la VNG y las municipalidades de Ámsterdam, Rotterdam, Utrecht, Eindhoven y Groningen están trabajando juntas en el desarrollo de los LVV. El acuerdo ha marcado un punto de inflexión en las relaciones entre las ciudades y el Gobierno central en el tema del apoyo a migrantes «irregulares». No obstante, hay informes que indican que los municipios involucrados en el programa piloto y el Gobierno central siguen teniendo puntos de vista y expectativas distintas frente a los resultados. Por lo tanto, es probable que las tensiones y los conflictos continúen en el futuro.